Incandescente,valiente,feliz,así estaba.Ese conjunto de cosas me obligaba a cerrar los ojos cuando te acercabas a decirme algo al oído,a bajarte la mirada cuando tus ojos se clavaban como puñales, a temblar cuando tu mano se posaba en mi cintura,a emitir una sonrisa temerosa ante preguntas indiscretas,o a llevar esa sonrisa dibujada en la cara de vuelta a casa,a estar embriagada de fantasías,que tenía la certeza de que cobrarían vida.
Hoy por hoy,la cicatriz,sigue ahí, pequeña, casi imperceptible,está esperando que tú llegues un día y que todo vuelva a ser como antes.
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